Detención

 Ahem es el récord en demorarse para poder escribir una secuela, pero más tarde que nunca. Sé que todas deben saber ya que esto está super inspirado en “The perks of being a wallflower” solo que me pidieron secuela y bueno, la terminaré, falta uno más. Dedicado a Yazz sunbae como el primerito ♥


Tu puño me cruza el rostro, y el dolor físico es nulo comparado con el que me acongoja las vísceras por dentro. Tus ojos negro exigen una explicación. Seoyoung ha salido corriendo llorando, Yo no la he detenido. Yo solo te he mirado. Te he mirado y he esperado inocentemente que por favor me besaras de nuevo. Pero tus labios no han llegado a mí. Ellos solo se han abierto para preguntarme “¿cuál es tu problema?” Y luego tus pies te han levantado para ir tras ella y dejarme acá. Entre este círculo de gente que no tiene idea de cómo juzgarme.

La borrachera se nos ha pasado a todos al parecer y Yoochun de pronto está sacándome del lugar, pálido como el papel. Con ojos desorientados y maldiciones entres sus dientes blancos. Y sé, solo lo sé. Que acabo de joderlo todo. Quizás él me golpee también. Después de todo Seoyoung es su amiga también. Y yo no soy ahora nada más que un hijo de puta.

Y dios mío, por favor solo permíteme despertar del mal sueño. Déjame, solo rebobinar la cinta. Volver a ese círculo para besarla a ella y no a Jaejoong. Permíteme abrazarle de nuevo que lo necesito. Lo necesito no puedes dejarme sin él. No.

Yoochun me abraza de pronto y mis lágrimas saben agrias en mi lengua.

“Te llevaré a casa,” me dice, y yo solo quiero entrar a disculparme con todos, decir que no sé…bromeaba, que, no significaba todo lo que para mí significaba, aunque fuera a romperme incluso más.

Pero Yoochun no me deja, él dice que es mejor dejarlo por hoy. Y quiero creerle. Quiero…pero. Lo sé. Puedo saberlo por el tinte de lástima sobre sus ojos negros…esto no tiene arreglo.

Amanezco solo en mi habitación y es por las puras mirar el celular. Solo hay un mensaje de Yoochun diciéndome que no trate de comunicarme con ella o contigo. Y quiero llamarle y preguntarle porque. Pero lo sé mejor que nadie. Así que lloro solo un poco más con la cara enterrada en mi almohada hasta que mi madre está tocándome la puerta porque se me hace tarde para la escuela.

La escuela, allá adonde ambos vamos. Allá donde ella también va. Allá donde no volverás a hablarme jamás. Armo mi morral, tiro la cartuchera dentro, y me lavo inútilmente la cara con excesivo jabón para intentar que las ojeras dejen de pronunciarse tanto.

Mamá me da un beso en la mejilla y me deja los huevos en el plato y la leche a un lado. Porque es un día más para ella, porque no sabe que para mí es el día uno del apocalipsis. Y solo quiero tirar mis brazos alrededor de ella y pedirle que me diga que todo va a arreglarse.

Pero no puedo. Así que me tomo la taza al tiro, la beso en la mejilla, y corro fuera de casa como alma que lleva el diablo. Aunque curiosamente alma sea precisamente algo que mi cuerpo ya no tiene.

Las primeras tres clases vuelan, en el primer receso no me topo con ninguno de ustedes e intento pensar que carpintería les ha tomado más tiempo del necesario. Así que me dirijo a los bancos de almuerzo y como el mío…por primera vez, físicamente solo.

Y el día uno llega a su fin y estoy caminando de vuelta a casa, oyendo mis propios pasos sobre el pavimento, recordando el primer día que te conocí en la entrada de la escuela. Piel pálida, mejillas rosas, ojos oscuros como la noche. Aquel día cuando me preguntaste ¿morenas o rubias? Y yo te respondí pelinegras. Por allá cuando con una sonrisa en los labios me dijiste “vamos a llevarnos bien.”

Dios ¿Tendrás idea de cuánto te odio, Kim Jaejoong?

El día dos, es casi tan aplastante como el tercero. Para el cuarto mis pulmones son incapaces de asimilar oxígeno. Para el quinto estoy en la cafetería solo, comiendo mi almuerzo intentando mantener mis hombros en  su sitio y no contra la mesa mientras me convulsiono del dolor. Para el quinto estoy en la mitad de mi pastel d arroz cuando oigo el ruido de sillas, y es Yoochun. Yoochun siendo empujado por cinco grandotes con las chaquetas del equipo de futbol de la escuela. Es Yoochun quien cae al piso, y eres tú quien se mete a ayudarle. Y no sé cuál es la causa. No sé si Yoochun tendrá culpa, con lo bocazas que resulta ser siempre. No sé nada, solo sé que uno de ellos te cruza la cara. Y caes de espalda y nadie hace nada. Nadie se mete, todos solo observan.  Se ríen.

Y yo estoy lejos. He estado lejos al menos, porque de algún modo me he teletransportado. De alguna forma estoy moliendo a puño limpio al hijo de puta que se ha atrevido a golpearte. Y siento dolor en la espalda porque los otros dos intentan  sacarme de encima a patadas. Pero no me detengo, no hasta que mis puños gotean de sangre ajena.

Lo que sigue ocurre rápido. Llega un profesor y todos somos llevados a detención.  Estoy pisando detención por primera vez en mi vida.  Y ya no se me hace ni absurdo. Soy expulsado una semana aunque explico el porqué de mis acciones, porque soy el único que ha derramado sangre, pero les expulsan dos a ellos, y Yoochun se va habiendo firmado una carta compromiso. Lo sé porque el principal me lo ha dicho.

Lo sé porque eres tú el que me lo dice cuando me interceptas a la salida. Y solo…. Yo solo… Te lloro en el hombro y te pido disculpas. Te las ruego al oído. Y me niegas con la cabeza

“Te la has jugado por nosotros,” me dices, “por supuesto que estamos bien.”

Y entonces aspiro tu aroma y ya no sé, Jaejoong, si estos días han sido despecho o  abstinencia porque te juraría Kim Jaejoong que el olor de tu cuerpo y tu cabello son una droga que no necesita de dosis muy concentradas solo de pequeños momentos como este.





CONVERSATION

3 comentarios:

  1. Al fin secuela, wiii (tira challas).
    Me sentí tan mal por Changmin, y mas allá de todo, la manera en que lo ignoraron, por último una discusión o algo, en vez de fingir que no existe ¬¬

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  2. Oh dios pobre de Changmin sentí tan feo que por un acto que realmente sentía todos le dejen de hablar T-T sentí tan feo pero al parecer las cosas se estan arreglando gracias por la conti n.n

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  3. The perks of being a wallflower es mi libro favorito aún T__T
    Pensar en un universo parecido, donde este Changmin en una situación así rompe mi corazón y me hace querer leer aún mucho más.
    Esta es una de mis escenas favoritas, sin embargo...
    me atrevo a decir, que TU mejoraste esa parte, la ultima parte.

    " que el olor de tu cuerpo y tu cabello son una droga que no necesita de dosis muy concentradas solo de pequeños momentos como este."

    Lo anoté en mi libreta, srly.
    Gracias, gracias por continuarlo <3

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